Hay que aprender del comercio electrónico, que crece a pesar de las barreras regionales, como la baja bancarización. En México, por ejemplo, sólo 39% de los adultos están bancarizados.
El crecimiento del comercio electrónico y su impacto en diversas industrias es innegable. Por ejemplo, en la más reciente edición de HotSale en México, a la que se sumaron más de 170 marcas, se registró un crecimiento del 78% en el número de empresas participantes, en comparación con el año anterior.
Al tiempo, en su estudio anual del Retorno Total al Accionista 2015– aplicado a 2,000 compañías públicas en 27 sectores–, Boston Consulting Group señala que las compañías de venta minorista que tuvieron mejores resultados son aquellas que tienen barreras inherentes al comercio electrónico o “barreras de defensa”, como la venta de productos de bajo costo –en los que el envío es más oneroso que la compra.
Lo que vale la pena analizar es cómo se ha dado este proceso a pesar de existir barreras regionales, como la baja bancarización –en México, según el más reciente reporte del Banco Mundial, sólo 39% de los adultos están bancarizados.
De ahí que instituciones financieras como MasterCard y Visa desarrollen, en especial para mercados emergentes, opciones prepago recargables que se pueden utilizar para distintas actividades sin tener que estar afiliado a un banco en específico.
Uno de los principales aprendizajes al que quisiera referirme es la capacidad del comercio electrónico para dar respuesta rápida y aprovechar el potencial de la situación local. Por ejemplo, el uso de smartphones como principal medio de contacto con la red es un hecho:
De acuerdo con Gartner, el año pasado en el mundo se vendieron 1,423 millones 900 mil smartphones, una buena parte de ellos de bajo costo, ampliando la disponibilidad a nuevos clientes. Según AMIPCI, 77% de los mexicanos con acceso a internet se conectan desde teléfonos inteligentes, que constituye el dispositivo más usado para acceder a la red.
La fuerte penetración de smartphones ha resultado en un boom de aplicaciones de pago que utilizan sistemas de pago NFC e incluso códigos Qr con las que el usuario puede almacenar de manera segura su información bancaria y realizar las transacciones fácilmente.
Entonces, lograr un crecimiento sólido en internet tiene que venir de la mano de una amplia oferta en red que entienda a los usuarios de opciones móviles, desde un marketplace amigable e intuitivo y aplicaciones que permitan a los usuarios realizar compras fácilmente, hasta un ecosistema seguro que proteja las transacciones realizadas desde su teléfono.
Esto es una tarea que ha colaborado para que hoy el comercio electrónico esté transformando la forma de vender de miles de empresas en la región, empezando por los emprendedores.
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