¡Qué actitud más triste! Y sobre todo, ¡Qué mentira tan grande! Déjame contarte algo que quizás no sabes. La gente rica no es más inteligente que la gente pobre, simplemente conocen mejor las reglas del juego del dinero (lo que se conoce como inteligencia financiera). Ellos saben cosas acerca del dinero que la gente pobre no sabe, y es gracias a ese conocimiento, la razón por la que los ricos son más ricos, y los pobres más pobres.
En este artículo te presento la primera lección para aprender a jugar ese juego e incrementar tu inteligencia financiera, y lo hago a través del cuadrante del flujo del dinero, que sirve para explicar las 4 formas de ganar dinero en las que se enmarcan todas las personas del mundo.
El cuadrante del flujo del dinero es obra del multimillonario estadounidense Robert Kiyosaki, autor del bestseller “Padre rico, padre pobre”.
Kiyosaki es un experto en inteligencia financiera, materia que ha estudiado a lo largo de toda su vida y gracias a la cual se ha hecho multimillonario a través de compra-venta de inmuebles, negocios, y como autor de libros.
En el cuadrante del flujo del dinero, Kiyosaki nos explica las cuatro formas que existen de ganar dinero, y en las cuales se enmarcan todas las personas de este mundo. Existen cuatro cuadrantes, y cada cuadrante representa una manera de ganar dinero.
LAS 4 FORMAS DE GANAR DINERO
El primer cuadrante, es el del empleado. Es el cuadrante en el que están la mayoría de las personas (cerca de un 80%). En este cuadrante las personas intercambian su tiempo por dinero a través de una relación laboral con su empleador, que se formaliza a mediante un contrato de trabajo.
Las personas de este cuadrante asumen que es más seguro trabajar en una empresa, y que esta opción es la que tiene menos riesgo. Sin embargo, la crisis nos ha demostrado que esto no es cierto. En España, uno de los países menos emprendedores del mundo, la tasa de paro es del 25%. Entonces, este cuadrante puede no ser tan seguro como aparenta.
Por tanto, la primera desventaja de este cuadrante es que si te quedas en paro, y no encuentras trabajo, tus recursos económicos se pueden agotar, puesto que no sabes qué hacer si estás desempleado, ni cómo generar dinero por tí mismo y dependes de otros para ello.
Otro problema es que si estás en este cuadrante, eres un mero recurso (humano) para la empresa en la que trabajas, y por lo tanto, las personas que dirigen esa empresa, te tratarán como tal. Te pagarán normalmente entre 3 y 5 veces menos de lo que vale tu trabajo. Así que si ganas por ejemplo 1.000 euros al mes, probablemente tu trabajo vale 4.000 ó 5.000 euros.
Es normal, puesto que el empresario debe pagar tu seguridad social, hacer frente a gastos fijos de la empresa, e invertir su capital para darte trabajo, y debe obtener una rentabilidad derivada de asumir ese riesgo.
Por tanto, es muy difícil hacerse rico trabajando para los demás, ya que al intercambiar tiempo por dinero, y al ser tu tiempo limitado, tu dinero sólamente podrá aumentar en la medida en la que aumenta el valor de tu trabajo, pero siempre con un límite.
El siguiente cuadrante, es el del autoempleado. En este cuadrante se sitúa en torno al 10% de la población. El autoempleado es una persona que trabaja para sí misma, y que lo hace vendiendo sus productos o servicios en un nicho de mercado a determinados clientes.
Autoempleado es una definición muy amplia, y abarca desde dueños de negocios pequeños como fruterías, tiendas de ropa o telefonía, al trabajador freelance que ofrece sus servicios, como por ejemplo escritores, artistas, programadores o diseñadores web.
El cuadrante del autoempleado, es quizás el más difícil de todos, ya que no disponen de la ayuda de nadie, a diferencia de en un negocio o una empresa (donde un grupo de personas trabaja por un objetivo común), por lo que acaban desempeñando todo tipo de tareas, y se convierten en sus propios jefes, secretarios, comerciales y trabajadores.
La mayoría de las personas en este cuadrante, suelen fracasar al cabo de unos meses o años, ya que no saben gestionar su tiempo, y no pueden hacer todo por sí mismos. Sus ingresos además están limitados al tiempo que trabajan, asumiendo mayor riesgo que un empleado, ya que no perciben un salario y por tanto, no ganan dinero si no trabajan.
Es poco probable hacerse rico en este cuadrante.
El siguiente cuadrante es el de los empresarios. Representan alrededor de un 5% de la población, y son dueños de empresas de tamaño mediano o grande. Los empresarios asumen mayor riesgo en términos económicos, puesto que invierten su dinero y su tiempo para construir empresas, pero también obtienen un mayor retorno económico.
Son ellos los que se llevan los beneficios de la empresa (excepto en empresas cotizadas en bolsa). Es por tanto más probable hacerse rico en este cuadrante, sin embargo hay que señalar que cerca del 90% de las empresas que comienzan su actividad económica, quiebran en los primeros 5 años.
Los empresarios suelen tener mayor inteligencia financiera que los empleados y autoempleados, como veremos en el siguiente apartado.
El último cuadrante es el de los inversores. Representan el 5% de la población, y normalmente son gente rica que invierte su dinero en distintos negocios, activos financieros o inmuebles. Asumen el riesgo financiero, es decir, la posibilidad de que su inversión salga mal, y pierdan su dinero, pero a cambio obtienen rentabilidad derivada de sus inversiones, y no necesitan trabajar por dinero.
Son las personas que se sitúan en este cuadrante, las que tienen mayor inteligencia financiera, y por tanto, mayores probabilidades de enriquecerse. No necesitan trabajar por dinero, el dinero trabaja por ellos.
¿CUÁL ES EL MEJOR CUADRANTE PARA GANAR DINERO?
Depende de cada persona. Lo interesante del cuadrante del flujo del dinero, es que cualquier persona puede ser rica o pobre en cualquiera de los cuadrantes.
Veamos primero algunos ejemplos de gente rica en todos los cuadrantes:
Empleados: podríamos considerar empleados a futbolistas como Cristiano Ronaldo o Leo Messi, que ganan entre 30 y 50 millones de euros por temporada entre contratos de fútbol y patrocinios.
Autoempleados: podríamos considerar autoempleados a los actores de Hollywood, cantantes como Madonna o Justin Bieber, o escritores de best sellers como Paulo Coelho o J.K Rowling.
Empresarios: las personas más ricas del mundo pertenecen a esta categoría: Carlos Slim, Bill Gates o Amancio Ortega, son algunos ejemplos.
Inversores: son las otras personas más ricas del mundo: Donald Trump, Warren Buffet o George Soros son los mejores ejemplos.
Igualmente podemos ver ejemplos de gente pobre, o que se arruina en cualquiera de los cuadrantes:
Empleados: todas las personas que trabajan para empresas y que tienen trabajos poco cualificados, con muy pocas perspectivas de mejorar profesional, y salarialmente.
Autoempleados: trabajadores freelance que no logran encontrar suficientes clientes para vender sus servicios, o dueños de pequeños comercios que echan el cierre en sus primeros años de vida.
Empresarios: empresarios que han gestionado mal su capital, se han endeudado en exceso y no han rentabilizado sus inversiones, por lo que su empresa quiebra.
Inversores: pequeños ahorradores que en su jubilación invierten su dinero en Bolsa, desconociendo los riesgos que ello entraña, y perdiendo los ahorros de toda una vida.
La pregunta que te deberías plantear ahora es ¿qué es lo que marca la diferencia para ser rico o pobre en cada uno de estos cuadrantes? La respuesta es bien sencilla: saber que cuadrante es el más adecuado para uno mismo. Y es ahí donde entra el juego el cuadrante del flujo del dinero, ya que nos permite evaluar qué opción es la más adecuada para cada uno de nosotros.
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